Glaucoma

Es una enfermedad ocular muy grave que cursa sin síntomas hasta que empieza a producirse pérdida de visión: primero se pierde la visión periférica progresivamente y finalmente puede llegar a la ceguera.

Para prevenir el glaucoma hay que medir la presión intraocular al menos una vez al año. El aumento de la presión intraocular empieza en la cámara anterior del ojo, donde se encuentra el humor acuoso. Se incrementa la presión debido a que lod intercambios de nutrientes o el filtrado del líquido no funcionan correctamente: se produce más líquido del que sale.

Llegado un punto, las fibras nerviosas que van de la retina al nervio óptico, empiezan a lesionarse por la excesiva presión intraocular. Su punto más débil es donde atraviesan la esclerótica. El daño es permanente y los puntos de la retina relacionados con las fibras nerviosas dañadas ya no pueden enviar información al centro visual del cerebro.

Si no se trata adecuadamente el glaucoma, puede verse afectada la fóvea, con el resultado de pérdida total de visión en el ojo afectado.